Evidentemente, la llegada del Mokka a la factoría de Figueruelas supone una noticia positiva, pero mal haríamos si una noticia así nos lleva en Aragón a la autocomplacencia. Que OPEL sea una de las empresas punteras en Aragón, por la cantidad de trabajadores que tiene en nómina, no oculta la grave situación que padecen numerosos trabajadores no sólo en territorio aragonés, sino a escala nacional. En nuestro territorio tenemos todavía pendiente la solución a los famosos Huesitos de Ateca, solución que debe obligatoriamente de pasar porque la producción de dicho producto continúe en Ateca. También la alemana Trox propone un plan de "viabilidad" que supone el despido de 80 trabajadores. Ejemplos como estos, desgraciadamente, todavía hay muchos.
Sin embargo, al margen de la solidaridad con todos los trabajadores y poblaciones afectadas, desde RESPUESTA ARAGONESA creemos necesario abrir un debate de mayor calado social frente al actual sistema de globalización. Querer mantener los puestos de trabajo actuales y un modelo económico competitivo dentro del actual sistema globalizador es materialmente imposible, máxime si tenemos en cuenta que con economías como la china, la tailandesa o la vietnamita no podremos jamás competir si queremos unas condiciones de vida y laborales dignas para los trabajadores, algo a nuestro juicio, irrenunciable. El actual sistema supone para empresas, pueblos y comarcas enteras vivir permanentemente bajo una espada de Damocles. El problema para Aragón y para toda España es que producimos poco o muy poco y ello debe implicar una toma de conciencia real de la población en torno a dos posturas muy claras: si se llevan la producción que se lleven también el consumo. Debemos exigir a los gobernantes que se pongan todas trabas necesarias a la entrada para la comercialización de aquellos productos que se hayan llevado de España y también tomar conciencia de la importancia de apoyar al pequeño comercio, la pequeña empresa y los productos españoles.
